La calidad del agua embotellada puede fluctuar considerablemente debido a una serie de factores:

Origen del agua: El agua embotellada puede provenir de diferentes fuentes, incluyendo manantiales, pozos o incluso agua del grifo municipal tratada. La calidad del agua de estas fuentes puede variar, dependiendo de su geografía, los minerales presentes, y si hay alguna contaminación en el área.

Procesamiento del agua: El agua embotellada generalmente pasa por un proceso de purificación antes de ser embotellada. Este proceso puede incluir filtración, ósmosis inversa, destilación, o tratamiento con luz ultravioleta. Sin embargo, los métodos exactos y su eficacia pueden variar entre diferentes marcas y plantas de embotellado.

Almacenamiento y transporte: Las condiciones de almacenamiento y transporte pueden afectar la calidad del agua embotellada. Por ejemplo, el agua almacenada a altas temperaturas o expuesta a la luz solar directa puede sufrir cambios en su sabor o incluso en su calidad, especialmente si los productos químicos en el plástico de las botellas se lixivian en el agua.

Fecha de caducidad: Aunque el agua en sí misma no se estropea, las botellas de plástico pueden degradarse con el tiempo, lo que puede afectar la calidad del agua. Así, el agua embotellada almacenada durante un largo período de tiempo puede tener una calidad inferior a la del agua recién embotellada.

Control de calidad: Las empresas de agua embotellada deben cumplir con las normas de seguridad y calidad del agua, pero el nivel de rigor y la frecuencia de las pruebas pueden variar.

El agua embotellada puede parecer asequible cuando se compra ocasionalmente o en pequeñas cantidades. Sin embargo, si se utiliza como la principal fuente de agua para beber y cocinar en un hogar, los costos pueden sumar rápidamente y volverse bastante significativos. Aquí te dejo varios factores a considerar:

Consumo diario: La Organización Mundial de la Salud recomienda que un adulto beba alrededor de 2 litros de agua al día. Si consideramos una familia de cuatro miembros, esto se traduciría en 8 litros al día. Incluso si asumimos un coste moderado por litro para el agua embotellada, el coste diario se acumula con el tiempo, llevando a un gasto mensual y anual considerable.

Cocinar y preparar bebidas: Además de beber agua directamente, también se usa agua para cocinar y preparar bebidas en casa. Si se utiliza agua embotellada para estos propósitos, el volumen de agua necesaria y, por lo tanto, el coste, aumentará aún más.

Agua para mascotas: Si tienes mascotas en casa, también necesitarán agua fresca diariamente. Si usas agua embotellada para esto, añadirá aún más al costo total.

Comodidad y entrega: Si compras agua embotellada en grandes cantidades para limitar la frecuencia de las compras, puede que necesites que te la entreguen a casa. Algunos proveedores pueden cobrar una tarifa de entrega, lo que añadiría otro coste.

Impacto ambiental: Aunque no es un coste directo, el impacto medioambiental de las botellas de plástico es una consideración importante. Las botellas de agua requieren energía para ser producidas y transportadas, y si no se reciclan adecuadamente, pueden terminar en vertederos o en los océanos.

Aunque existen políticas de reciclaje y muchos consumidores hacen esfuerzos para reciclar, las botellas de agua de plástico todavía representan un problema considerable para el medio ambiente. Veamos por qué:

Bajo índice de reciclaje: A pesar de los esfuerzos para fomentar el reciclaje, la tasa de reciclaje de botellas de plástico sigue siendo relativamente baja. Según algunos informes, alrededor del 70-80% de las botellas de agua de plástico no se reciclan en la mayoría de países y terminan en vertederos.

Descomposición lenta: El plástico tarda cientos, si no miles de años en descomponerse en la naturaleza. Esto significa que las botellas de agua de plástico que terminan en los vertederos permanecerán allí durante un largo período de tiempo, contribuyendo a la acumulación de residuos.

Contaminación de los océanos: Muchas botellas de plástico terminan en los océanos, donde pueden dañar la vida marina y los ecosistemas. Los plásticos también pueden descomponerse en microplásticos, que son aún más difíciles de eliminar y pueden entrar en la cadena alimentaria.

Producción de plástico: La producción de botellas de plástico también tiene un impacto ambiental. Requiere petróleo, agua y energía, y emite gases de efecto invernadero. Además, el transporte de agua embotellada desde la fuente hasta los puntos de venta también contribuye a las emisiones de carbono.

Impacto en la vida silvestre: Las botellas de plástico pueden causar daño físico a los animales, tanto en la tierra como en el agua. Los animales pueden quedar atrapados en las botellas o pueden ingerirlas, lo que puede causar lesiones o incluso la muerte.

Adquirir agua embotellada requiere un esfuerzo adicional en varios aspectos:

Comprar: A diferencia de abrir simplemente el grifo de tu hogar para obtener agua, necesitas hacer un esfuerzo consciente para comprar agua embotellada. Esto puede implicar salir a la tienda o hacer un pedido en línea, lo cual consume tiempo y energía.

Transportar: Las botellas de agua pueden ser pesadas, especialmente si compras en grandes cantidades para abastecer a toda la familia. Esto significa que necesitas tener la capacidad para transportarlas desde la tienda hasta tu hogar, lo cual puede ser físicamente exigente.

Almacenar: Una vez en casa, necesitas tener suficiente espacio para almacenar las botellas de agua. Esto puede ser un desafío, especialmente para las personas que viven en espacios reducidos.

Reciclar: Además, las botellas de agua requieren ser recicladas una vez consumidas. Esto también requiere un esfuerzo por parte de los consumidores, ya que deben separar adecuadamente las botellas para su reciclaje y disponer de ellas en las instalaciones de reciclaje correspondientes.

Aunque es cierto que el agua embotellada debe cumplir con las normas de salud y seguridad establecidas por las autoridades reguladoras. Sin embargo, la fuente exacta del agua y los procesos a través de los cuales pasa antes de llegar a los consumidores pueden no ser completamente transparentes, dependiendo de las prácticas de divulgación de cada marca.

Respecto al deterioro en la calidad de los envases que trascienden al organismo, es importante notar que ciertos estudios han sugerido que los químicos en los plásticos utilizados para las botellas de agua pueden lixiviar al agua, especialmente cuando están expuestas al calor o al sol. Sin embargo, la cantidad de estos químicos y su impacto en la salud humana es un tema de investigación continua y las opiniones pueden variar.

Estudios que intervienen en esta conclusión: 

1. Wagner, M., & Oehlmann, J. (2009). «Endocrine disruptors in bottled mineral water: total estrogenic burden and migration from plastic bottles.» En este estudio se identificó la presencia de disruptores endocrinos en agua embotellada.

2. Le, H.H., Carlson, E.M., Chua, J.P., & Belcher, S.M. (2008). «Bisphenol A is released from polycarbonate drinking bottles and mimics the neurotoxic actions of estrogen in developing cerebellar neurons.» Este estudio demostró que el bisfenol A (BPA), un químico utilizado en algunos plásticos, puede lixiviar en agua, particularmente cuando las botellas se calientan.

3. Bach, C., Dauchy, X., Chagnon, M.C., & Etienne, S. (2012). «Chemical compounds and toxicological assessments of drinking water stored in polyethylene terephthalate (PET) bottles: A source of controversy reviewed.» Este estudio revisó la literatura existente sobre la toxicidad del agua almacenada en botellas de PET.

4. Yang, C.Z., Yaniger, S.I., Jordan, V.C., Klein, D.J., & Bittner, G.D. (2011). «Most plastic products release estrogenic chemicals: a potential health problem that can be solved.» Este estudio general encontró que la mayoría de los productos de plástico liberan químicos que tienen actividad estrogénica, lo que potencialmente puede ser perjudicial para la salud humana.